4.6.06

Delirio Nocturno




Cuando la noche cae, caen consigo las mascaras en las que falsamente me he perdido, y despierto en pánico, pensando malévolamente si en el plenilunio encontrare el reflejo extraviado, y veo como el viento acuna fieras que jamás debieron ver la luz.

Entre los sortilegios nocturnos que me invaden, descubro a la fiera cubierta de mascaras que palpita en mi interior -aún no recuerdo cuando deje de ser la tonta he ingenua que esperaba dorados soles, embrujos de amor...- Noche a noche se adueña de mí, y me vuelvo una arpía a la cual día a día le ofrezco mis ritos matutinos, y ella vilmente los arroja a la nada, y mis sueños he ilusiones van por la vida como un errante sin destino final.

Día a día la fiera indómita que habita en mi duerme entre los humos que despide mi alma, poco a poco se adueña de mi, y navega al acecho esperando el día preciso para devorarme sin piedad.


Fotografía: Florencia Carlé

3 comentarios:

Anónimo dijo...

...es maravilloso el instante en el que vemos como nuesras màscaras, como nuestro ropaje d escamas se caen, y queda nuesra verdadera integridad, pero ora veces, a la vez es terrible, es como si dìa a dìa `tuvieras màs temor a que ese mosntruo, esa vàlvula acre aumente de tal tamaño que cuando explote sientas que no podrà contra ella, pero al menos nos vimos, y esta, la poesìa es la mejor forma que tenemos para desnudarnos, gracias por escribir queida Viento, estoy al tanto de tus escritos..ahoa sì se despide otro viento,

Magenta

Anónimo dijo...

Un texto magnífico plagado de metáforas.
Ese día trayendo lo que tememos, trayendo la soledad más grande...
Muy bueno!!!
Un abrazo Gus.

Debret Viana dijo...

llega el día en que la máscara se hace carne: nos sacamos la máscara del rostro, y nos sacamos el rostro, y no nos sacamos nada.