16.6.06

Eco Distante


Sentía tu voz. Callada y distante acariciaba cada viejo recoveco en la cual habitaba la ausencia. Silente y taciturna me embriagaba.

Tu eco sonoro invadía mi espacio, mi tiempo y sin embargo, me mantenía firme.

Cayó la tarde. Comprendí todo. Emprenderías de nuevo el vuelo lejos de mi costa, volverías a ser lo que siempre has sido,lo que siempre serás: un eco distante.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Lidia con mucgo placer recorro hoy tus letras, un gusto leerte.
Un abrazo enorme Gus...

Debret Viana dijo...

es que la distancia es palpable: en las noches hondas se puede conversar con ella; responde cosas tristísimas.